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La cosificación es la manera de deshumanización del otro. Se degrada, se lo transforma o se lo ve como si fuera una cosa, yendo contra la propia esencia del ser humano, despojándolo de su dignidad. Nada más y nada menos que una forma de violencia simbólica.
En la cosificación sexual, se hace un desglose del objeto sexual por un lado (atributos y belleza física), y por el otro la personalidad del individuo como tal. Se trataría de una persona adquiriendo el rol de sujeto y la otra el rol de objeto. Si se tratase de una relación heterosexual, estos roles se reparten, generalmente, de manera que el hombre toma la posición de sujeto y la mujer de objeto. Se da en multiplicidad de "formas", y eso hace que esa "forma" de pensar esté tan permeada en nuestra cultura que a veces ni siquiera la reconocemos como onjetificación sexual.
A la inversa, aunque en ocasiones el hombre pueda ser cosificado, no se compara con la vida diaria bajo una estructura de opresión.
"Necesitamos reconocer que no todas las palabras o acciones dañinas son equivalentes cuando algunas están sostenidas por una historia y un presente sistema de dominación, violencia, opresión, represión, deshumanización y humillación". Jamie Utt
