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lunes, 17 de mayo de 2021
17 de MAYO
sábado, 15 de mayo de 2021
DE SEPARACIONES Y DE EX...
El vínculo con
un pasado y un presente, motivado por un quiebre y del que se saldrá tratando
de irse de la mejor manera. ¿Se puede?, si, se puede. De no lograrlo, se estará
yendo físicamente, pero se estará quedando. Si no se va teniendo memoria,
capitalizando lo bueno y priorizando el amor, se estará odiando y quedando
vacío de contenido, árido. No es lo mismo sentirse responsable que reconocer
una responsabilidad. Quien se siente responsable no puede pensar un hecho o un
acto sin quedar identificado con ese hecho o acto, por eso no puede sostenerlo
endilgando rápidamente la responsabilidad en el otro, pero si se reconoce una
responsabilidad, sin sentirse culpable, es haber comenzado a pensar, a
conversar y discutir. Hay que entender
que el amor puede terminar sin fatalismos y que ese fin es el brote de algo
mejor. Eso es reconocer que ambos son responsables y ambos se deben algo. Irse reconociendo
una deuda es estar tranquilo que no se es un estúpido.
¿Esto nos habla
de justicia? NO. ¿Esto nos habla de disculpas? A veces. Porque cada uno verá
qué puede hacer con su separación. Siempre hay cuestiones a resolver, sin que ello
implique equidad, surgiendo el escollo de pedirle al otro que sea diferente, de
una forma que no es, cuando esa diferencia fue la causa de la separación. Sí,
tal cual se lee, estos ex así se pelearán, como en los mejores tiempos, por las
mismas cosas y los mismos motivos por los que se separaron, manteniendo una
forma, otra forma, para seguir juntos. Por eso es que no existe motivo para una
separación, se dice basta, hasta acá llegué o no se quiere más, o simplemente
porque se elije estar en otro sitio. Por eso no hay justicia ni justificación,
porque no hay motivo. Lo importante es no repetir con el ex aquello de la
relación que los llevo al quiebre. Eso no es resignificar el vínculo, es separarse
siguiendo juntos de la peor manera, no dejando crecer, solo corroe.
Es interesante
observar a separados en cualquier charla al azar, es muy frecuente poder ver
como uno de ellos no evolucionó totalmente tras la ruptura, manteniendo
pequeños (o no tan) resabios de lo que motivó el fin. ¿Cómo verlo? Solo
escuchando definiciones de molde, respuestas calcadas, como quedado todo en su
propio entender, sin tener en cuenta la evolución del otro (eso es irse de boca),
encasillando a ese otro en el prejuicio que le motiva el enojo y donde aflora
esa vehemencia que no lo deja escuchar ni escucharse. Solo dice en lo que él
pudo tildarse del otro, sin permitirse venir en el tiempo y por ende estar
presente, para mirar y ver, oír y entender que, quien esta como interlocutor es
ese otro, que no se queja, que simplemente intenta adentrarse al diálogo desde
el hoy, después de haber tamizado ese vínculo y creyendo rescatar lo bueno.
No se necesita
justificar para dar una respuesta, se necesita haber deconstruido el vínculo.
Y no olvidemos
que “todo reproche esconde un autorreproche” (Freud)
jueves, 13 de mayo de 2021
LA QUEJA Y LA VICTIMIZACION
La queja como reclamo, es un agente de cambio. La acción ante esa queja coloca al sujeto como protagonista directo de ese cambio a conseguir. Entonces podemos decir que, ante una situación desagradable, la queja es una herramienta más con la que se puede modificar o mejorar una situación. Para él la felicidad no es una meta inalcanzable, sino una construcción diaria.
Ahora si a esa
queja se la usa como escudo permanente y es una constante ante cada situación
de conflicto, corroe. Y no me estoy refiriendo a situaciones dolorosas que
ponen al sujeto mas vulnerable, sino a la queja como estilo de resolución,
donde el problema no es promotor de la misma. En tal caso el sujeto deberá ver
qué hace con eso, ya que a las claras se ve que el camino no es el debido. Para
él la felicidad es una meta inalcanzable y no una construcción diaria.
miércoles, 12 de mayo de 2021
LA MATRIX EN TIEMPO REAL
lunes, 10 de mayo de 2021
María Sarkis Yazbek Murad Murad de Murad - EL DESTIERRO
El
destierro.
Los jóvenes
turcos, en alianza con otras fuerzas y fogueados por occidente, principalmente Francia
y Gran Bretaña, cuyos intereses económicos y comerciales eran más que evidentes,
logran cambiar sultanes como figuritas, restituir un parlamento que operara a
su antojo y a medida que se lían al “poder” son fagocitados por éste y terminan
haciendo terribles atrocidades y desigualdades peores a las que supuestamente fueron
a combatir. Nacen como revolucionarios que quieren cambiar el sistema, la
desigualdad los agobia, las injusticias los abonan a luchar, pero cuando uno de
los pueblos del imperio alza sus voces, porque no ve nada de eso, sino lo contrario,
ocurre lo que aún hoy el mundo repudia. Las fisuras del imperio promovieron una
fuerte propaganda a la que estratégicamente intentaron sembrar en todo el territorio.
Lisa y llanamente una “operación” orquestada a sangre fría, un comportamiento
canalla, una fake news que recaía sobre el pueblo armenio.
María
fue testigo del destierro armenio, de lo peor que un ser humano puede hacer a otro,
en pleno día, a vistas de todos, de muchos que acobijan, los menos, los pobres,
como siempre; mientras que los muchos, los amigos de ese “poder” miran para
otro lado, son tibios en sus comportamientos, aunque inexcusable en sus actitudes.
Se sintió desterrada en su propia tierra viviendo el mismo destino que ellos,
pero también tendió su mano acobijando y ayudando a los desterrados peregrinos
que de a miles llegaban a sus tierras. Todo eso lo vivió sin ser invitada a ver,
claro, era en esos momentos en los que estaba liberada, cuando podía ver a los demás
conectados y sincronizados a un ritmo de relojería, ahí cuando se encontraban el
destino y su libre albedrío, cuando las pequeñas fichas de libertad eran pocas,
muy escazas, solo usables por ellas, ya que sus baterías no soportarían otro despliegue,
y lo sabía, lo aprovechaba y decodificaba, para intentar luego poner en
palabras esa vivencia. En esos caminos rocosos y de laderas de piedra caliza o
de montes achaparrados los vio, en los despeñaderos los vio, a la vera de los
senderos que bajan al valle los vio, apilados como NN los vio y ayudó en lo que
pudo y compartió con esos peregrinos forzados a caminar su tierra, huyendo del horror y el espanto, huyendo de la muerte
segura, dejando su tierra, desmembrada su familia, modificada su historia por
la decisión de un destino manipulado por otros, que será su destino de ahora en
más, pero con la impotencia de no creerse merecedores de ese castigo, donde la
falla de la máquina dio mayor potencia al desarrollo y canceló las claves de acceso a la libertad, allí donde xi desnivela
todas las fuerzas y erosiona cualquier posibilidad. La hipocresía vuelve y se
deja ver, pero no logra opacar el olor a muerte injusta. La marcha forzada de
los armenios por cientos de kilómetros, que atravesó zonas desérticas, provocó que
la mayor parte de los deportados pereciera víctima del hambre, la sed, las enfermedades
y las privaciones. Los supervivientes que no lograban esconderse, acogidos por
ejemplo por campesinos libaneses, eran robados y violados por los gendarmes que
debían protegerlos, con frecuencia acompañados por bandas de asesinos y oportunistas,
honrando a ese pueblo, a esas vidas vio, fue presencia entre tanta ausencia, lo
que suponía protección vio tornarse en indiferencia, en una ambigüedad favoreciendo
al más fuerte y nuevamente debe regresar y conectarse, seguía creyendo en el
mandato, nunca lograría decodificarlo.
Sabido
es que esos fueron tiempos difíciles para ella también. Su apariencia no era la misma, sus rasgos
marcados daban cuenta de una falta de foco entre lo cronológico y lo visual,
era muy joven con aspecto de mayor, de haber corrido y en la carrera acelerado
las agujas del tiempo, corría su cuerpo, pero no su mente, corría su necesidad,
pero no su posibilidad, corría su deseo, pero no su suerte, un correr espantado
por el hambre, premura, pensando en su hija, su familia, pero también ante la
injusticia a la que no podía enfrentar, aun quisiera, porque no contaba con la
astucia y la malicia de un veneno que se infiltraba por las fisuras más inesperadas
de una sociedad corrompida por la ignorancia aprovechada, por la seducción atrevida
de gobernantes o poderosos dispuestos a entregar su alma al diablo a cambio de
la vida eterna, ignorando ellos que su ignorancia, mezcla de paganos infieles
devenidos en creyentes inmorales, los hacia presas del poder supremo regente en
la Gran Puerta. Los sultanes aprovecharían esas pociones venenosas como
herramienta, sin tener la necesidad de exponer demasiado poderío bélico, sin
mostrar sus tropas, solo mandando algunos infiltrados que motivaban escaramuzas
en el pueblo escéptico. María, en sus días de trabajar en tierras sirias,
también pertenecientes a los dominios de la Gran Puerta, se fue enterando de
esas practicas ejercidas ante la mirada de un pueblo que desconocía lo
significante que puede ser leer entre líneas, pero claro, la ignorancia no es
maestra de interpretaciones sutiles y tampoco significa que María tuviese acceso
a los expedientes para poder juzgar tamañas mendicidades, ella simplemente
actuaba bajo los efectos del sentido común, era simple.
miércoles, 5 de mayo de 2021
DISCULPAS VERSUS PERDON
DISCULPA
Interesante
respuesta a ciertos actos, si los hay.
Usar excesivamente la palabra “perdón” casi como
muletilla tiene múltiples aristas. Bastante común es cuando se lo hace como una
manera de demostrar humildad, de evitar un conflicto o de poner fin al mismo rápidamente,
transformándose en una expresión básica o reiterada en el vocabulario de la persona.
Debería replantearse cuándo, por qué y cómo pedir disculpas, con el
convencimiento de deconstruir el mandato y erradicar la palabra “perdón” del
vocabulario diario o al menos utilizarla lo menos posible. El hombre es un animal
de costumbres jeje. Si es un “caballito
de batalla”, se perderá el significado y el poder de las disculpas sinceras,
que dejarán de cotizar en bolsa (para los más creyentes) o no convocara a
ningún meeting (para los más agnósticos), en otras palabras, decir demasiadas
veces “lo siento”, hace que el acto de disculpas cada vez tenga menos peso. Corolario,
guardar las disculpas para cuando sea realmente necesario, si es que la
gravedad del hecho lo permite, obviamente.
Si vamos por la negativa, se devalúa el
propósito de la disculpa, se devalúa uno mismo, cuando decimos “perdón” con
demasiada facilidad; cuando se utiliza para zafar tratando de solucionar situaciones,
pero no resuelve los conflictos; o cuando al hacerlo muchas veces termina
afectando la auto estima y la autopercepción de las situaciones, entre otras.